Para muchos, la peregrinación a pie a Santiago de Compostela es una de las experiencias más gratificantes de su vida. A la vez es un reto físico y mental que hay que preparar concienzudamente. Por ello, los siguientes consejos son vitales para emprender una experiencia única: fuente: internet : camino de santiago en Palencia. Asociación de los amigos del camino de Carrión de los Condes).
1) Antes que nada, leer algo sobre la historia del camino de santiago y la peregrinación que ayude a que el peregrino se sienta un eslabón de la gran cadena de peregrinos que le han precedido y al tiempo que le prepare para disfrutar mejor del recorrido.
2) Hacerse con un guía del camino con mapas y distancias. Elegir la que más nos guste, consultarla y procurar hacer un plan de etapas previo, pensando que lo normal es recorrer 25-30 Km por día. Es conveniente programar en un principio etapas cortas hasta que el cuerpo se vaya habituando. Al cabo de una semana, ya estarás entrenado para hacer recorridos más largos. Puedes programar algún día de descanso o intercalar con etapas más cortas, coincidiendo con el paso por los lugares que quieras visitar detenidamente. De esta forma podrás descansar sin perder el ritmo.
3)La consulta de los albergues y refugios habilitados para los peregrinos es básica si deseas utilizar este servicio. Son exclusivos para los peregrinos a pie, bici o caballo, sin hacer tramos en vehículo, y no se pueden hacer reservas previas, únicamente los albergues privados (los grupos grandes de peregrinos conviene que se busquen esta alternativa de alojamiento privado por su capacidad). Los albergues están previstos para pasar en ellos una sola noche. En caso de enfermedad consulta con los responsables para que puedas ampliar tu estancia un poco más.
4)La peregrinación andando está al alcance de cualquier persona, siempre que sepa dosificar el esfuerzo en función de las posibilidades físicas. Un entrenamiento previo con la realización de caminatas es de gran ayuda, trazando un plan de entrenamiento que comience con pocos Km y aumentar progresivamente las distancia a recorrer, y en las últimas, ir llevando la mochila con todo el material que se piensa llevar al camino de Santiago. Completa tu preparación física con gimnasia diaria para dar elasticidad a los músculos de las piernas, espalda y cuello.
Desde el punto de vista de la preparación física ten presente la posibilidad de visitar a un médico especialista a la vista del esfuerzo prolongado que intentas realizar. Sería muy conveniente un chequeo médico previo.
5)En la preparación del equipo es básico la preparación de la mochila. Ya comenté qué materiales son básicos para llevar en la mochila, pero no comenté de qué forma colocarlos. La mochila será nuestra compañera de camino durante muchas horas por lo que debe ser cómoda y ligera, especialmente de tipo anatómico, con correas en la cintura y el pecho, y con bolsillos laterales y superiores. La colocación de tu equipajede forma ordenada y en bolsas de plástico de diversos colores te facilitará su uso al tiempo que te ayudará a prevenir que se pueda mojar su contenido. No olvides que el peso es un gran problema, si pesa más de 10 Kg, “te pesará”. Al cargarla distribuye lo más pesado al fondo y lo más próximo posible a la espalda. No es conveniente llevar nada fuera de la mochila, colgando (excepto si tiene ropa mojada colgada con imperdible grueso, que se está secando), ya que puede perderse o si llueve, mojarse.
6)Al caminar ten presente que todo el camino está marcado con flechas amarillas y mojones de piedra. A veces se ve una concha amarilla. En verano, evita las horas de más calor madrugando un poco más. Ponte crema protectora para el sol y durante los primeros días no uses camisetas y pantalones cortos durante muchas horas. Procura no caminar muy rápido los primeros días hasta que conozcas tu ritmo adecuado. En grupo, siempre adaptar el ritmo al más lento: en el camino no hay que buscar llegar el primero, sino llegar. Si caminas por carretera sé prudente, no olvides que eres la parte más débil y que los automóviles no se fijan mucho en un simple “peatón”.
7)Trata con amabilidad a la gente que te encuentres al borde del camino. No son “ignorantes” ni tampoco deben estar a tu servicio. Son personas normales que suelen tratar bien a los peregrinos porque los que han pasado antes que tú les han tratado como personas.
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