Dicen que en el Camino de Santiago se conoce a las personas….que cuando se nos pone al límite de nuestras fuerzas o de nuestros ánimos, nos mostramos tal cual somos, sin bolsillos donde esconder la desnudez de nuestras miserias. Dicen que no conoces a alguien hasta que no andas con él, hasta que no sufras el mismo dolor en las piernas o padeces las mismas ampollas en los pies. Que si no sudas y pasas frío y te mojas a su lado no sabes realmente con quién andas.
Dicen que lo importante no es llegar, sino el Camino, que la meta es sólo la excusa, que Santiago no descansa sólo bajo la cripta, sino también en cada albergue o en la sombra de cualquier árbol.
Dicen que lo mejor siempre sucede por sorpresa, por descuido, por la espalda. Que nunca están las maravillas donde señalan los mapas, ni los amigos de donde dicen los libros.
Dicen que el verdadero camino se hace hacia uno mismo, que no se recorren 100 Km ni se duerme en cualquier parte para conocer a alguien extraño y desconocido, y que el que se pierde se encuentra a sí mismo. Cuentan que el verdadero peregrino mira hacia adentro cada vez que mira al horizonte, que se encuentra a Dios allí en el fondo cuando creía perseguirlo entre bosques y los caseríos.
Dicen que el verdadero Camino empieza en Santiago, que nunca dejamos de andar, aunque juguemos al sueño, las sábanas o la tierra.
Dicen que el que cree estar quieto es porque no espera llegar a ningún sitio, que las sillas nos amenazan a cada paso invitando a las verdades a sentarse.
Dicen que hay que sacar todo el provecho a cada jornada porque el día siguiente nos robará unos cuantos centímetros de ruta. Que hay que besar la arena de cada espuma y el tallo de cada hoja. Dicen que cada pisada es irrepetible, que es imposible andarse 2 veces por el mismo camino……
viernes, 28 de mayo de 2010
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